sábado, 24 de diciembre de 2016

Relámpago.


Era demasiado tarde para quedarme contigo. No sé que era lo que sentía en aquel momento.¿Qué me pasaba?, ¿qué quería decirme realmente mi mente en ese momento cuando noté que su mano se deslizaba lentamente sobre mi hombro? 
"Hasta pronto" - oí. Durante todo el recorrido a casa no paraba de oler su aroma entre mis dedos. Sabía que te habías olvidado a conciencia de tu chaqueta. Tsch... que tonto puedes llegar a ser a veces. De repente, empecé a tener una ligera ceguera. ¿Lágrimas?, ¿por qué estaba llorando? No podía creerlo. Era tan innegable que no quería despedirme de ti. Pero no podía hacer nada. Así lo quisiste tú, ¿verdad? por eso siempre acabo llorando sobre este cemento que tanto me conoce. Escuché cómo me decías todas aquellas maravillas, todo lo que aún por hoy sigues sintiendo. Las farolas se han cansado de iluminar el error que siempre comento al regresar a tu lado. La esperanza de que algún día rompas el vidrio que te recubre, en ese que te reflejas: en ese mundo donde ves que todos tus movimientos son correctos. Escapa de esa burbuja y ven. Ven y adéntrate en la marea donde estoy. Aprende a navegar. Fluye. Y despierta.

Lightning in a bottle.

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