lunes, 22 de agosto de 2016

Alguien como tú.


No importa. El error está hecho.
La pregunta es: ¿De verdad cometí un error?
He pasado una semana completamente nueva. Una semana llena de sufrimiento, la verdad. He sido consciente, por decirlo de alguna manera, de lo que se siente al saber que una parte importante de tu vida puede tomar otro rumbo que no sea tu corazón. Y yo como siempre actué como si estuviera invitado a la fiesta que se celebraba en tu sonrisa cuando lo único que deseabas para mí era decepción y dolor. Ni un beso me dejaste darte y en mí una brecha de dolor se abrió. Te he echado tanto de menos. Pensé incluso que era el final pero poco a poco, he entendido lo que significa no estar a tu lado: he aprendido a saber vivir mi vida, que a pesar de estar medio vacío puedo continuar, que eché de menos tus caricias, tus abrazos,tus besos, tus tonterías, mis ganas de morderte el cachete pero no me hicieron falta para seguir sonriendo. ¿En algún momento me echaste de menos? Cuesta acostumbrarse a no poseer aquello que tenías como rutina pero bueno, quieras o no, creo que esta semana ha sido una gran lección de crecer como persona, de valorar aquello que tengo y dejar de ser tan niño en algunos aspectos que dañan seriamente a algo de valor que tengo. Espero que algún día perdone mi falta de madurez, aunque ver esas cosas me repugna, pero tendría que tener en cuenta que él también es persona. Pero, ¿es esto motivo suficiente o simplemente me estoy auto-escudando para evitar la realidad que verdaderamente percatan mis ojos? De todas maneras, todo se pondrá en su sitio. Si no es así, será que no es su lugar.
New perspective.
New life.

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